Ese fué el resumen del ultimo partido liguero de los blues. Los jugadores salieron al campo a hacer la jugada de su vida, a querer hacerlo todo solos, sin mirar al compañero, cada uno donde le daba la gana (subian casi todos y no bajaba nadie). Y así, es imposible ganar un partido de fútbol. Si a eso le sumamos la pasividad con la que actuó la defensa, dejando una y otra vez solos a los delanteros rivales, pues goleada al canto.
El único tanto del encuentro lo marcó Jimy, de remate de cabeza en un saque de banda prolongado, tambien de cabeza, por Francis.
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